ANTE EL ESPEJO
¡Acerquense niños y niñas!
Hoy explicare un cuento que nada tiene que ver con la fantasia o los sueños.
Un cuento alejado de los mitos y cerca de ser leyenda. Es un cuento crudo y real.
¿Os preguntareis entonces si estoy hablando de un cuento?.
Pues aunque desborda, la protagonista es una joven princesa, si joven y bella ademas valiente, lejos de vivir suspirando por el amor de un principe azul, la increible princesa dia a dia calbalga sobre sus tacones de color rojo los parajes de su hinospito reino.
Obediente y resignada, cumpliendo con su mandato.
Esta es su história
Otra vez esos dominicanos del tercero, ponen Regueton a toda pastilla, son las doce del medio dia asi no hay quien pueda dormir. La princesa despega sus pestañas y deja entrar la luz del dia. El gesto de su cara no puede ser mas inequívoco, es horrible esa luz directa a los ojos y que decír de ese ruido.
Se levanta y va directa al espejo, no es un espejíto magico, asi que el espejo refleja brutalmente lo que tiene delante.
La princesa es un saco de huesos, lleva un top blanco de tirantes, cortado por la mitad, solo cubre sus pechos y deja al descubierto su ombligo, el espejo tambien refleja un tanga negro donde se adivinan los huesos de sus caderas, su piel un color moreno oscuro donde resaltan morados y cicatrices, es todo un cuadro de contrastes.
Se acerca mas al espejo y mira su rostro, esta madrugada llego tan cansada que olvido lavarse la cara, el rimmel y el lapiz negro se han extendido por sus ojos, los pegotes son providentes, su cabello es una maraña de rizos castaños mal cuidados, hace tiempo que quiere cortarse las puntas pero nunca tiene tiempo, siempre esta cansada.
Si no fuera por el alcohol de seguro tendria hambre y se tomaria una taza de cafe y unas tostadas.
Mira hacia la ventana de donde viene esa música si se puede llamar asi al Regueton, pero su vista vuelve al espejo y una frase vuela en su mente:
- ¿Que habeís echo conmigo?
La princesa recuerda su infancia, vivía sumergida en sueños, queria ser misionera, llevar comida en un enorme camion al Africa y engordar a los desnutridos niños, nunca pidio demasiado, se conformaba con poco. Un dia todo cambio y dejo de soñar, no recuerda cuando ocurrió pero si las causas.
Nadie debe robarle los sueños a un niño, deberia ser delito.
La princesa se mira en el espejo y se repite:
- Peró estoy aqui, aun sigo aqui soy una superviviente.
Sus padres no la castigában si no iba a la escuela, a veces no sabian si iba o no, si no hacia los deberes tampoco sabian de la existencia de ellos, tapoco donde estava a la hora de merendar, podia no llegar a casa y ellos no la echaban de menos. El problema venia cuando sus progenitores estaban ebríos entonces se sucedian los castigos fisicos.
La valiente princesa siempre encontraba soluciones a sus problemas y acertó la solucion, pasar el tiempo minimo en casa, lo que la llevo a vivir en la calle desde muy tierna edad.
Mientras se mira al espejo una lagrima brota por su mejilla, pestañea y traga saliba, como quien traga amargura y dice con la voz entrecortada:
- ¿Que habeis echo conmigo?
Un vago recuerdo de adolescencia premeditada que la llevo por el camino erroneo, sexo drogas y alcohol un combinado explosivo para una niña grande, un juego prohibido que resulto fatal y ahora el camino elegido es solo el resultado del mismo.
Y la soledad se hizo su compañera, con ella se sentia segura, ella nunca la defraudaria y ante aquellos que se acercaban para aprobecharse la joven princesa estimo que un precio seria razonable, una tarifa era un escudo el cual hacia que la princesa se sintiera mejor.
¿Es asi como todo empezó?
Pues no lo recuerda, solo tiene veinticuatro años pero ha vivido tanto, tantas emociones fuertes hacen que le falle la memoria.
Sus enormes ojos de color miel hoy parecen de vidrio, inmoviles ante el
recuerdo, han visto tanto que ni cerrados descansan.Princesa despierta,
pasas el dia sumergida en tus pensamientos.La noche cae y prepara su
cuerpo, unta su piel en crema de aroma a fresas, los cortes de los
brazos le recuerdan el remordimiento, la vergüenza, el castigo que cree
merecer, los morados en sus nalgas un dia fueron agujeros negros como
los que habitan en las galaxias, pero su energia, su fuerza los volvió
uniformes dejando solo el color y el tamaño, recordando cada una de sus
batallas.Ya con sus tacones rojos, su short minusculo y su top
transparente, preparada ya para adentrarse en su paraiso, revisa su
imagen ante el espejo, es toda una princesa.Al anochecer vuelve a
florecer y la ciudad explota en colores.Esto no es libertad se dice la
princesa mientras se contonea en sus elevados tacones, balancea su bolso
y en un juego de movimientos atrae a todo ser que goze de tener dos
ojos sobre la cara. Su cuerpo te invita, sus morados y sus cicatrices
piden auxilio, solo el bullicio de la rambla esta latente. Sube y baja
la rambla y no puedes evitar mirar sus pies, esos tacones realmente le
quedan bien, el rojo es un color perfecto, destaca entre la gente e
invita a conocerla. Tan facil, tan distante, tan cercana, tan dificil.
La
princesa cumple con su agasajada agenda y pasea su esqueletico cuerpo
bajo la luz tenue de las farolas.
Y bien pequeños este cuento llega a su
final, el final de la joven que cabalgaba sobre sus tacones, pero no
sufrais por ella por que a la princesa ya nada puede afectar pues los
golpes mas duros no dejan señal.
